

Voy a empezar por una historia de mi juventud… jijiji.
De esos inicios en los que no tienes ni idea, pero tienes todas las ganas.
📍 Tenía 22 años. Trabajaba en Caja Madrid (¿os acordáis? 😉). Era mi segundo trabajo “de verdad”, como decía yo entonces.
Llegaba con ganas, ilusión… y también muchas dudas.
Me esforzaba muchísimo. Cumplía. Hacía lo que se esperaba de mí.
Pero sentía que trabajaba a ciegas. No entendía el porqué de muchas decisiones.
Las campañas me parecían sacadas de una realidad paralela. Los números no me decían nada. Y cada instrucción nueva llegaba sin contexto ni propósito.
La mayoría de los directores de oficina gestionaban, sí. Pero no formaban. No implicaban. Solo pedían resultados. Y poco más.
Hasta que apareció Juan Ferrera, Director de Zona en aquellos entonces.
Un líder diferente. De esos que no se conforman con el “siempre se ha hecho así”. De los que no esperan que otros actúen, sino que lideran desde el ejemplo.
Él se dio cuenta de que había una desconexión enorme:
📌 Gente joven con ganas.
📌 Equipos técnicos desmotivados.
📌 Mandos intermedios que no contextualizaban nada y que su principal mensaje era frases memorables como… “esto siempre se ha hecho así y sino lo entiendes consulta en la Intranet…” (Un día hablaré de ellos…me lo reservo para otra news 😉)
Juan en lugar de quejarse, tomó acción.
…lideró personalmente lo que otros evitaban:
🧭 Reuniones explicativas.
📊 Conversaciones sobre márgenes, cuentas de resultados,
🎯 y el para qué de cada campaña.
Nos ayudó a ver el hilo que unía nuestro trabajo diario con algo más grande. Y eso, para mí —a mis 22 años— fue revelador.
Ese gesto —tan simple, tan humano— lo cambió todo.
De repente, el esfuerzo tenía sentido. La rutina tenía dirección.
Hoy, que acompaño a equipos y líderes en muchas organizaciones, veo que el patrón se repite:
📉 Profesionales que cumplen, pero no se implican.
📉 Equipos que trabajan… sin saber para qué.
📉 Personas brillantes que empiezan a apagarse.
Y no es por falta de ganas. Es por falta de sentido.
Y los datos lo confirman:
📊 El 70% de los empleados afirma que su trabajo no les aporta un propósito claro. (McKinsey & Company)
📉 El 85% no se siente comprometido con lo que hace cada día. (Gallup, State of the Global Workplace Report)
🧠 Más del 50% siente que su esfuerzo no impacta en nada relevante. (Microsoft Work Trend Index)
El problema no es la falta de esfuerzo. Es la falta de sentido.
Y cuando eso falta… todo cuesta el doble:
Las tareas. Las reuniones. Las relaciones.
Ahora bien… 🎯 Dar sentido al trabajo también es una responsabilidad individual.
Sí. En teoría, elegimos el trabajo. Y nos toca revisar, reconectar y tomar decisiones. 👉 Nadie puede encontrar tu propósito por ti.
Pero también es responsabilidad de la empresa. Y sobre todo, de quien lidera personas.
De implicar, de dar contexto, de explicar el “por qué”, no solo el “qué”.
Porque cuando el equipo entiende el sentido… se activa el compromiso real.
💡 Si lideras, esto te toca de lleno. Porque lo que no conectas, se desconecta. Y lo que no explicas, se pierde.
Y sí: el equipo no necesita más tareas. Necesita más sentido.
📩 Escríbeme a raquel@descubretusrecursos.com y te cuento cómo acompaño a profesionales y líderes a recuperar claridad, visión y propósito. Se puede.
✨ Descubre tus recursos. Y vuelve a liderar con intención, no solo con gestión.
Gracias por estar.
Raquel.