

Cierre de julio brutal. Seguro que no soy la única, ¿verdad?
Esos días previos a las vacaciones son como un sprint final: ultimando formaciones, cerrando procesos, entregando proyectos… He dejado todo listo para intentar conectar, descansar y estar presente. Como muchos de vosotros.
El tema es que llegamos reventados. Y eso me ha hecho pensar…
Primero: no deberíamos llegar tan, tan cansados. La teoría, como veis, me la sé 😂.
Esto es lo que todos deseamos. Pero claro… luego viene la vida. Y nos pasa por encima.
Segundo: igual toca revisar no solo cuánto hacemos, sino desde dónde lo hacemos.
Y por eso no he escrito en estas dos semanas. He priorizado lo importante… y lo casi urgente. Necesitaba parar para escribir desde la conexión. He pospuesto cosas. He elegido otras. Seguro que sabéis de lo que hablo..
Hoy escribo más desde mi rol de coach, que desde la formadora o consultora. Desde ese lugar más tranquilo, más observador.
Llevo unos pocos días en modo descanso, y desde ahí ,me ha venido una frase que me acompaña desde hace tiempo. Una de esas frases que me inspira cuando siento que algo tiene que cambiar, o cuando noto que la vida me lo pide a gritos y que he pensado en compartirla..
✨ “Lo que no estás cambiando… lo estás eligiendo.”
Y no es solo una frase bonita. Es una declaración….
Una especie de espejo incómodo que nos devuelve lo que estamos permitiendo.
Porque sí: cada vez que no cambiamos algo, aunque no lo digamos en voz alta, estamos eligiendo que eso siga siendo parte de nuestra vida.
Estamos apostando a que eso acabe formando parte de nuestro presente. De nuestra identidad. De lo que nos acompaña.
Sé que no es nada nuevo, pero muchas veces necesitamos parar y recordar, y ahora, en verano, que estamos un poco más tranquilos (aunque sea solo un poco) me parece un buen momento para eso:
Para volver a traerlo a la mente. Para dejar que cale. O incluso… para empezar a incorporarlo.
“Cada vez que no cambias algo… lo estás eligiendo. Y eso también construye tu vida profesional o personal…”
Y cuando hablo de cambiar, no me refiero solo a dar giros de 180 grados.
Los cambios pueden ser de todo tipo.
Desde los que te reinventan por completo… Hasta los pequeños ajustes del día a día que hacen que te sientas más tú, más en calma, más satisfecho con lo que eres y con cómo vives.
Cada una sabe qué tipo de cambio necesita (siempre que lo necesite)
Si es tu caso , te lanzo la invitación:
¿Qué cambio estás necesitando para crecer, para evolucionar, o simplemente para sentirte mejor contigo?
Porque ahora, en esta pausa de verano, puede ser un buen momento para re-conectar…
Muchas veces sabemos qué hay que mover cosas:
💥 Una rutina
💬 Una conversación pendiente
🧱 Un límite
💼 Un trabajo
🧠 Un enfoque
🧍 Una relación
Pero no lo hacemos. Y no pasa nada. Postergar también es una decisión. Pero recuerda, solo que, si no lo cambias, lo estás eligiendo.
Así que, si estás de vacaciones o al menos tu cabeza ha bajado una marcha, te dejo unas preguntas:
🔹 ¿Qué llevas tiempo sabiendo que tienes que cambiar… y no lo haces?
🔹 ¿Qué estás permitiendo que ya no deberías?
🔹 ¿Qué necesitas parar para poder soltar? o
🔹 ¿Qué deberías incorporar para crecer?
❤️ Porque esto también es liderazgo. Liderarse para poder liderar. Saber que el bienestar empieza en uno mismo.
Y que a veces,descansar es una decisión estratégica.
Nos leemos pronto. Y mientras tanto:
#DescubreTusRecursos También cuando no haces nada. Porque ahí, también estás siendo.
Gracias por estar. Por leer. Por pensar. Por compartir. Y si esta reflexión te ha removido un poco… misión cumplida.
Raquel.