

Hay cosas que todos sabemos, pero de las que no hablamos. 🤷
Como ese tupper que desaparece misteriosamente de la nevera común.
O el que pone en copia a medio planeta para cubrirse las espaldas.
O el clásico “ya lo tenía casi listo” cuando sabes que ni ha empezado.
O el que opina en todas las reuniones, pero no mueve un dedo.
👉🏽 Y en medio de todo eso… está el perfil tóxico. Ese que no grita, pero desgasta. Que no falta, pero contamina. Ese que no necesita hacer mucho ruido para arrastrar la energía de todo el equipo.
Y lo peor no es que exista. Lo peor es que lo sabemos y lo toleramos.
— “Es que siempre ha sido así…” — “Ya cambiará…” — “Tiene días buenos…” — “Con lo que sabe, mejor no tocarlo…”
¿Te suena?
🔔 Spoiler: mirar hacia otro lado nunca ha salvado a ningún equipo. Solo retrasa lo inevitable y deja que el problema crezca.
¿CÓMO ES UN EMPLEADO TÓXICO?
No necesita insultar ni gritar. A veces ni siquiera levanta la voz. Pero deja huella: en la moral, en la motivación, en la cultura.
Te dejo aquí algunos hits:
🧨 El saboteador silencioso: nunca dice “no” a la cara… pero te sabotea por detrás.
🧊 El pasivo-agresivo de manual: te dice “vale” con una sonrisa, pero tú sabes que no está nada “vale”.
📢 El negativo de guardia: todo está mal. Todo es una mierda. Siempre.
🙄 El que va de sobrado: desprecia ideas, interrumpe, da lecciones no solicitadas.
👑 El intocable: “es que lleva aquí muchos años”… sí, intoxicando desde 2007.
Y mientras tanto, los buenos se queman, se van o se contagian.
Porque sí, la toxicidad se pega.
¿POR QUÉ NO SE HACE NADA?
Porque incomoda. Porque es difícil. Porque a veces ese perfil tóxico también es productivo.
Pero ojo:
👉🏽 La productividad no justifica el veneno.
👉🏽 Lo que permites, lo promueves.
👉🏽 Y un equipo que se traga la toxicidad, acaba enfermando.
SI LIDERAS, MIRA BIEN ESTO
Porque cuando lo ves, lo sabes. Cuando te lo comentan, lo sabes. Y si, aun sabiéndolo, lo sigues tolerando…
👉🏽 Estás siendo parte del problema.
Estás perdiendo credibilidad. Estás rompiendo la justicia interna de tu liderazgo. Y lo sabes, porque incluso a ti te genera mal rollo. Y lo peor: ese mal rollo contamina tu actitud con el resto del equipo.
No puedes liderar con coherencia si miras hacia otro lado cuando más se espera que actúes.
Y SI ERES COMPAÑERO, TAMBIÉN CUENTAS
Porque hay otro perfil silencioso que sostiene al tóxico sin querer:
👉🏽 El que le ríe las gracias.
👉🏽 El que hace como que no pasa nada.
👉🏽 El que prefiere caerle bien al tóxico antes que defender lo justo.
Y ojo: lo entiendo. No siempre es fácil posicionarse. Pero si cada vez que suelta un comentario fuera de lugar tú te ríes, si cada vez que se pasa con alguien tú desvías la mirada, si cada vez que pone mala cara tú te haces el loco…
👉🏽 Estás validando su comportamiento.
💥 La cultura de un equipo no la marca solo el líder. La marca cada persona que decide si se calla o se posiciona.
📌 Si lideras, lidera de verdad. No con silencios, sino con conversaciones. No con excusas, sino con acciones.
📌 Si eres parte del equipo y te has visto reflejado, aún estás a tiempo de hacer las cosas diferente. No hace falta señalar con el dedo. A veces basta con no reírte. Con no cubrirle. Con no seguirle el juego.
Pequeños gestos. Grandes cambios.
PD: Este tema siempre sale en mis formaciones. Da igual si hablamos de liderazgo o equipos, siempre alguien dice: — “Tenemos un tóxico… y el jefe no hace nada.”
PD 2: Te cuento un secreto: No creo que no actúe por pasividad, sino por falta de herramientas. Muchos líderes no saben cómo enfrentarlo, cómo abordarlo sin romperlo todo. Y eso también se aprende…
👉🏽 Descubre tus recursos: tu voz, tu liderazgo, tu capacidad de poner límites… Y también, tu poder de cuidar a quienes sí suman.
💬 ¿Tienes un tóxico en el equipo o simplemente alguien que nadie se atreve a confrontar? Te leo.
Gracias por estar, Raquel ✨