

Hace unas semanas, durante una formación de nuevos mandos, una alumna preguntó: “¿Cómo consigo que mi equipo me vea como un líder que de verdad importa?
¿Cómo les inspiro sin parecer que estoy actuando?”
La respuesta fue clara: sé más humana.
No necesitas una estrategia perfecta ni aprender a tener todas las respuestas. Liderar es, simplemente, comportarte con tu equipo como lo harías con alguien que realmente te importa.
Ejemplo: Un alumno me contó que tenía un compañero que había dejado de rendir como antes. En lugar de presionarle, se acercó, le escuchó sin juzgar y le preguntó: “¿Qué necesitas para sentirte mejor en tu trabajo?”
El cambio fue inmediato. Ese simple acto de empatía restauró la confianza. ¿El resultado? Un colaborador más comprometido y un líder más respetado.
Liderar desde la perfección no funciona. Intenta ser todo para todos solo desgasta y aleja.
Hoy, los equipos no buscan jefes impecables. Buscan líderes genuinos, accesibles y humanos.
¿Por qué? Porque las personas se conectan con la vulnerabilidad, con alguien que les escucha, que les valora y que apuesta por su desarrollo.
Imagina que cada persona en tu equipo es alguien a quien realmente quieres ayudar, alguien por quien apostarías sin dudar. ¿Qué harías diferente?
Ese es el liderazgo que transforma, porque no solo mejora resultados: crea relaciones reales y duraderas.
Si fuera así, la próxima vez que te preguntes cómo puedes ser un mejor líder, recuerda: no necesitas ser más perfecto. Solo necesitas ser más humano.
PD Porque al final, tus equipos no recordarán al líder perfecto. Recordarán al líder que les hizo sentir importantes.
PDD No te compliques: a veces, liderar solo significa ser un poco más humano cada día. 💡
Si crees que el liderazgo es la clave, no dudes en contactarnos.!
Gracias!